Os dejamos con unas entradas en el diario de la princesa Estelmir, quizá os ayuden a conectar con los recuerdos, los buenos momentos, las emociones, los enamoramientos...¡Ay, una Estelcon!
Entrada 26
Hemos acampado junto al río Baranduin. Mientras los criados montan un enorme pabellón, Padre y Madre me han llevado hasta el puente, pero no lo hemos cruzado. Padre me ha explicado que al otro lado empieza La Comarca, una tierra hermosa de suaves colinas pero que la ley no nos permite entrar. Le he dicho que si es tan bonita, todo el mundo debería verla y que esa ley es estúpida y que la puede cambiar; es el rey. “Sí, podría cambiarla, pero no estaría muy bien: la hice yo” me ha contestado. Menuda patinada.
Entrada 27
Hoy han llegado los hobbits. Toda una caravana con dos jinetes delante y varios carruajes detrás ha cruzado el puente y se han reunido con un grupito más pequeño que les esperaba a este lado del río. Luego todos juntos han venido hasta nuestro campamento. Se han acercado a pie hasta Padre y Madre y les han presentado respetos y Padre me los ha presentado: el señor Sam, el señor Meriadoc y el señor Peregrin y ellos nos han presentado a sus familias, sus esposas e hijos. Hay un montón de niños. Uno de los niños se ha fijado en los caballos y se ha ido corriendo hasta ellos. “Elanor, cuida de tu hermano Merry” ha dicho una de las señoras y la niña mayor ha salido disparada. He mirado a Madre y me ha dado permiso con un gesto así que yo también me he ido con ellos. Y luego han ido viniendo todos los demás. Son muy simpáticos y hemos estado jugando hasta que nos han llamado para cenar. Ha sido muy divertido.
La cena ha sido muy diferente a los banquetes allá en casa. Ha empezado muy seria porque Padre le ha dado al señor Sam una Estrella de los Dúnedain. La “gente grande”, como nos llaman los hobbits, se ha quedado muy sorprendida, pero Padre ha dicho que el señor Sam es un Montaraz de espíritu que siempre ha protegido con gran valor todo aquello que amaba y que era importante.
Más tarde los hobbits han empezado a cantar y a bailar, y a contar historias divertidas. Y yo me lo he pasado muy bien con los hijos del señor Sam.
Entrada 28
¡Elanor y su familia nos acompañaran hasta Annúminas! ¡estupendo!
Entrada 29
Seguimos rumbo al norte y luego hacia el oeste. Avanzamos lentamente porque cada vez hay más gente en la comitiva. Desde que entramos en los campos de Fornost se nos han unido otros Montaraces, y también algunas familias. Padre no quiere que nadie se quede atrás aunque la región está tranquila y los caminos no son peligrosos.
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